Blog dedicado a dar apoyo a todas las personas que sufren de obesidad

Archivo para 27 de abril de 2012

INFLUENCIA DE LA OBESIDAD EN LA VIDA SEXUAL

Fuente: (www.guiaobesidad.com)

El exceso de peso también puede acabar condicionando la vida sexual de las personas que padecen este problema. Se puede pensar que ese exceso de peso inhibe el deseo de la pareja de la persona obesa, con lo cual la frecuencia y calidad de las relaciones sexuales iría disminuyendo hasta convertirse en un problema para la pareja. Curiosamente esto no es así en la mayoría de ocasiones. Las parejas no son las que suelen ver disminuida su libido. Estas personas aman y desean a su pareja por lo que es y no son las que tienen problemas a la hora de mantener una relación sexual. Suelen ser las propias personas obesas las que se avergüenzan de su cuerpo, sobre todo si no tenían ese problema cuando comenzaron la relación, y comienzan a vivir la sexualidad con vergüenza, se sienten incómodos por mostrar su cuerpo, piensan que se van a ver ridículos o torpes…

Además de estos problemas de autoestima, de índole psicológica, existen problemas físicos asociados a la obesidad que pueden dificultar las relaciones sexuales. En el caso de los hombres, el exceso de grasa sobrante puede esconder parte de su pene, haciendo que su tamaño parezca inferior al real. En el caso de las mujeres, el exceso de peso puede hacer que sea más dificultoso acceder a la vagina en determinadas posturas. Para ambos sexos, dados sus problemas de flexibilidad y el peso sobrante, muchas posturas o juegos pueden resultar complicados e incluso imposibles.

La solución a estos problemas pasaría por una buena comunicación entre la pareja y un aumento de la autoestima y la seguridad de la persona obesa. Sus pensamientos negativos y su miedo al ridículo o al rechazo, la mayor parte de las veces injustificado, hacen que se creen dificultades en un aspecto importantísimo de la vida de la pareja, lo que puede acabar afectando a la relación.

OBESIDAD: ¿BAJA AUTOESTIMA? INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN PACIENTES CON OBESIDAD

Fuente: Estudio realizado por Alcia Alvarado S., Evelyn Guzmán B., Mónica González R. (redalyc.uaemex.mx)

Numerosos estudios han demostrado que empleando las técnicas cognitivo-conductuales se contribuye a lograr una reducción mayor de peso en pacientes con obesidad con respecto a la intervención basada en la mera información; asimismo, afirman que la autoestima de los sujetos mejora cuando se emplea una intervención psicológica.

Combinando la educación nutricional con técnicas psicológicas destinadas a la modificación de las variables asociadas a la obesidad, se obtienen resultados satisfactorios en la reducción de peso y mejorías en el autoestima de pacientes con obesidad.

De las técnicas psicológicas empleadas en este estudio destacan:

–          Reestructuración cognitiva, busca cambiar los pensamientos negativos o irracionales por pensamientos positivos o racionales.

–          Autocontrol y autoestima, se trata de que la persona adquiera suficiente fuerza de voluntad para poder controlarse ante diferentes estímulos relacionados con el alimento.

–          Línea base, se busca que la persona visualice los avances que ha adquirido con la intervención.

–          Relajación, cuya finalidad es que los sujetos aprendan otra forma de reducir los niveles de ansiedad ocasionados al consumir alimentos de manera inapropiada para su dieta.

–          Reforzamiento, para que la persona mantenga una motivación con base en reforzadores positivos.

VARIABLES PSICOLÓGICAS RELACIONADAS CON LA OBESIDAD

Fuente: (www.xenicare.cl)

Todo ser humano forma parte de un sistema (familiar, social, cultural). Como partícipe de estos sistemas, recibe su influencia, la que se traduce directa o indirectamente, en la conducta de cada uno.

No obstante, existen variables individuales que también afectan nuestro comportamiento. Dentro de cada uno de nosotros juegan un rol co-causal importante tanto las variables cognitivas (creencias, expectativas, estilo de pensar, etc.) como las variables afectivas (emociones, sentimientos, temperamento, etc.), las variables biológicas (metabolismo, sistema endocrino, constitución física, predisposiciones genéticas, etc.) y las variables inconscientes (contenidos afectivos o cognitivos «ocultos»).

El comer es una conducta y por lo tanto también se verá influenciada por todas las variables mencionadas anteriormente. Así, podríamos decir que estas variables juegan un rol importante en la génesis y/ o la mantención de la obesidad.

Variables Cognitivas: Se pueden encontrar una autopercepción distorsionada o negativa y creencias tales como «yo no puedo», «yo no tengo control» o «en el fondo, haga lo que haga, no voy a cambiar». Aquí juegan un rol clave las expectativas de cambio y cuánto cada uno se siente capaz de lograr metas (expectativas de autoeficacia).

Variables Afectivas: La obesidad se relaciona comúnmente con problemas de depresión, ansiedad, dificultad en el manejo de emociones o presencia de situaciones conflictivas, donde el alimento se puede constituir en un instrumento disfuncional para manejar estas variables, aliviando momentáneamente el dolor, la pena, la rabia, etc. No obstante, se cae en el dicho de «pan para hoy día, hambre para mañana».

Variables Biológicas: La obesidad se ha relacionado con antecedentes familiares (problemas hormonales y endocrinos que pueden predisponer a un aumento de peso). Asimismo, enfermedades y algunos medicamentos pueden causar alzas de peso importantes.

Variables Inconscientes: Para nosotros el alimento puede representar algo «simbólicamente» (necesidad de afecto, de atención, etc.). Así, el alimento puede ser visto como un «premio», «una muestra de afecto» o «una entretención».

Variables Sociales: Pertenecemos a un medio cultural y social donde se nos enseña y transmiten hábitos alimenticios y costumbres asociadas al comer, junto con los estereotipos de belleza «deseables». Asimismo, estamos constantemente expuestos a estímulos que nos inducen a comer (situaciones, lugares, personas, etc.).

Es por esto que se debe tomar conciencia que cuando uno se está relacionando con la ingesta de alimentos de manera disfuncional una o varias de las variables anteriores pudiera estar jugando un rol importante. Es así como un buen «autodiagnóstico» de la relación personal con la alimentación ya da pie para desarrollar estrategias de manejo.