Blog dedicado a dar apoyo a todas las personas que sufren de obesidad

Archivo para 22 de abril de 2012

INFORMACIÓN SOBRE VÍDEO BLOG

Se les informa a todos mis lectores que se harán video blog respondiendo preguntas y comentarios que realicen en este blog. Esto con el fin de hacer más interactivo este espacio y poder ayudar a mis lectores en temas que les preocupen e inquieten. Sus preguntas deben ser siempre acorde al tema escrito, así que para plasmar sus inquietudes, deben escribirlas en el post más acorde a su tipo de problema o interrogante.

Se intentará realizar 2 video blog por semana pero mínimo uno sin falta. Saludos a todos y espero la idea sea de su agrado

LA OBESIDAD COMO ADICCION

Combatir la obesidad es una lucha eterna que si no se hace conscientemente generalmente fracasarás

La obesidad no es causada por una adicción, pero una vez que eres obeso casi siempre te conviertes en adicto

Existe un inmenso paralelismo entre el comportamiento del obeso y la del adicto a alcohol o las drogas

El obeso casi siempre niega su enfermedad, el adicto igualmente hace eso

El obeso se niega al cambio tanto como el adicto actúa de la misma manera

El obeso generalmente antes de empezar dieta u operarse se mete una comilona, el adicto se fuma todo lo que encuentre

El obeso tiene una creciente dificultad en el control de los impulsos, tanto como el adicto

El adicto siente que solo drogándose se siente bien, el obeso usa la comida con el mismo fin

El obeso siempre piensa que puede adelgazar cuando se lo propone. El adicto piensa que puede dejar la droga cuando desee

Así como el adicto dice que no se droga tanto como dicen los demás, el obeso dice que no come tanto como le endilgan

El adicto vive para drogarse así como el obeso vive para comer

El adicto puede buscar mil maneras de dejar la droga y si no crea conciencia y disciplina termina cayendo de nuevo, igual el obeso

Dejar la droga no te hace que dejes de ser drogadicto. Adelgazar no implica que dejes de pensar como gordo

El obeso siempre empieza con gran motivación un programa de adelgazamiento y luego se desmotiva. El adicto actúa igual

El obeso se miente constantemente a sí mismo, el adicto hace lo mismo

El adicto generalmente busca con quien compartir su adicción, el obeso odia comer solo

El obeso busca mil excusas para dejar la dieta, el adicto siempre encuentra una justificación para volver a drogarse

El adicto considera que los demás tienen la culpa de su adicción, el obeso culpa al ambiente, hormonas y genética

La adicción tanto como la obesidad son eficientemente tratados en terapias grupales y coercitivas

Tanto el adicto como el obeso responden muy bien a terapias que incluyan motivación y disciplina

Los programas menos “democráticos” son siempre más efectivos para tratar la adicción y la obesidad que los que “dejan ser”

Tanto la adicción como la obesidad tienen que ser tratados siempre por equipos multidisciplinarios

En los procesos terapéuticos tanto en el adicto como en el obeso el primer y más fuerte problema es su negación de la enfermedad

Los programas que incluyen acompañamiento constante son más efectivos que los ambulatorios tanto en el obeso como el adicto

Así como una motivación grande para el adicto es ayudar a los demás a salir de ella, el obeso actúa muy parecido

Tanto el obeso como el adicto suman esperanzas de salir de estos procesos en la medida que se comprometen a sanar

CONSIDERACIONES SOBRE LA PSIQUIATRÍA Y LA PSICOLOGÍA EN EL TRATAMIENTO DE LA OBESIDAD

Una de los escollos en la lucha contra la obesidad que me ha tocado vivir como psicólogo, es la idea de que el psiquiatra es más importante para tratar la obesidad que el psicólogo. Quienes esto piensan generalmente son médicos (lo que es lógico por ser colegas), pero la realidad dista mucho de este criterio. Veamos:

Las causas de la obesidad pueden ser variadas, desde aspectos genéticos hasta trastornos de la personalidad, pasando por cientos de etiologías que van desde lo hormonal hasta lo psicológico. En este sentido el problema somático cobra vital importancia para un tratamiento multidisciplinario, pero a su vez el proceso psicológico subyacente en la obesidad no tiene causa física sino enteramente psicológica. Más simple: la causa de la obesidad puede ser variopinta, pero las consecuencias psicológicas están siempre presente.

El psiquiatra a diferencia del psicólogo es un medico, trata la enfermedad desde un punto de vista biologicista y en consecuencia evalúa signos y síntomas, establece un diagnostico y emite un tratamiento. En la obesidad lo más común es encontrar como causa y consecuencia de la misma, procesos psicopatológicos como lo son la ansiedad y la depresión. Ambas enfermedades según prácticamente todos los estamentos de intervención, necesitan un tratamiento psicofarmacológico y psicoterapéutico. Según los últimos estudios avalados por la asociación psiquiátrica americana, la depresión, por ejm, tiene el mismo índice de remisión si se trata con una pastilla o con psicoterapia cognitiva conductual, pero si se trata combinada (psicoterapia y psicofármacos) el pronóstico de curación se eleva al 90%. En las mismas proporciones ocurre con la ansiedad.

Muchos cirujanos bariátricos tienen dentro de su equipo a un psiquiatra pero pocos se sirven de un psicólogo, entrando en el terreno de la ignorancia procedimental terapéutica que luego les rebota en pacientes operados o intervenidos perdiendo la operación por la poca preparación psicológica previa a la misma. No es inusual escuchar médicos diciendo “ese paciente no se arregla con nada”, pero cuando les preguntas si lo mandaron al psicólogo la mayoría te dice que no, que solo al psiquiatra y este les recetó algo contra la ansiedad. Gran error.

Si una pastilla contra la ansiedad pudiese bajar la mala praxis alimenticia de un paciente, la obesidad no fuese pandemia y pocos tendrían que operarse. Si una psicoterapia pudiese reducir la obesidad, ocurriría lo mismo. Ambas en soledad son absolutamente ineficientes y la obesidad creciendo a ritmos vertiginosos en el mundo y matando gente a granel lo demuestra. La obesidad solo puede ser tratada por equipos multidisciplinarios. No hay de otra.

Si un cirujano bariátrico no lo envía previamente a un psicólogo o solo lo envía a un psiquiatra, mejor busque otra opinión. Su obesidad le afecta desde lo biológico a lo psicológico. Si su médico no entiende eso, entonces le falta manejar mucho mas información y no olvide que Ud. está poniendo su vida en sus manos.

Nota: una de las cosas que me hizo decidir operarme con el Dr. José Augusto Romano, en Valencia, y ahora aliado de UAPPO, es que a pesar de aun sabiendo que yo era psicólogo, me exigió una evaluación “psicológica” como requisito a la operación. Así debe ser.

MIEDO A ADELGAZAR

Muchas veces los obesos tememos adelgazar

En muchas oportunidades adelgazar nos enfrenta con los miedos que evitamos al engordar

Adelgazar no solo es un acto de bajar kilos, también es un acto de transformación mental que no siempre se desea hacer

El temor al éxito a veces puede ser un ingrediente activo en la negación a dejar la obesidad atrás

El miedo a adelgazar muchas veces viene unido a la idea de que uno se ve mejor gordo que con alguna piel colgando

El miedo a adelgazar está implícito en todos aquellos obesos que critican a los flacos por indiferentes razones

Muchos miedos sexuales aumentan en el obeso justo en el momento de adelgazar

El miedo a adelgazar lleva aparejado el miedo al rechazo.

Es sumamente difícil adelgazar si no se toma conciencia que hacerlo implica también cambiar la forma de pensar

Adelgazar implica enfrentarnos al miedo a ser escrutados y sobre todo a ser referencia para los demás

Cuando se toma conciencia que adelgazar después de haber sido obeso te convierte en referencia, el proceso es menos ansioso

El miedo a adelgazar va unido al temor a volverse creído, prepotente y echón

Miles de veces los obesos deseamos adelgazar pero pocas veces tenemos éxito. Esto es debido muchas veces al miedo a adelgazar

Adelgazar es siempre un reto

El miedo en el obeso ataca por el lado del miedo a morir y también por el miedo a adelgazar

EL COMPONENTE OBSESIVO EN EL OBESO

Uno de los mitos más recurrentes en el obeso es que si es delgado será feliz

Cada día la felicidad está más ligada a lo físico y menos a lo espiritual

La obesidad no inicia como adicción, pero una vez obeso, sin duda adicto. Al ser adicto, tu felicidad depende del consumo

El cerebro de gordo hace trampas. Siendo obeso solo piensa en comida, haciendo dieta igual sigue pensando en comida

La obsesión por la comida en el obeso, implica siempre el acto simbólico de recibir y no dar nada.

Siempre la obesidad implica un grado importante de obsesión. No siempre es causa, pero siempre es consecuencia

Un obeso casi nunca se pesa, cuando hace dieta siempre se pesa. El peso se convierte en obsesión

Un obeso tiene como punto de referencia su cuerpo. Al adelgazar esta obsesión crece. Siempre el cuerpo como medida

La mayoría de los que hablan pistoladas sobre el obeso son los delgados. Un obeso casi nunca habla de sí mismo

La creencia popular dice que la causa de la obesidad es la inseguridad. Nada más falso. Lo que sí es cierto es que es consecuencia

El conflicto inconsciente psicoanalíticamente hablando de la obesidad no es la oralidad, es la analidad

La prueba más clara del componente obsesivo en la obesidad es que a pesar de adelgazar, vuelve a engordar

La obsesión en el campo de la morfología es en ambas vías. La gente se obsesiona por la delgadez o la obesidad

El obeso y el anoréxico tienen algo en común: el uso de la comida como símbolo emocional

El aspecto obsesivo en el obeso colinda frecuentemente con su tendencia a hacer lo mismo esperando resultados diferentes

Es característico en la obsesión el uso de la repetición. El obeso hace lo mismo, siempre dietas sin cambio emocional

Es tan evidente el componente obsesivo en el obeso que estos se operan y aun así muchos vuelven a engordar

Eliminar la obsesión en el obeso siempre pasara por su enfrentamiento crudo y sincero con sus emociones más profundas

EMOCIÓN Y OBESIDAD

La mayoría de nosotros asociamos emoción y comida

El primer acto que calma a un niño al nacer es el hecho de alimentarse. Desde allí asociamos comida, amor y calma

En términos psicoanalíticos la obesidad se asocia con analidad, contrario a lo que piensa la sociedad que lo ve como oralidad

El acto de comer está incluido en casi todos los actos emocionales de nuestra vida

Cuando se asocia emoción a comida el individuo tiende a sustituir la emoción negativa con el acto alimenticio

La emoción asociada al acto de comer generalmente es placentera, por lo tanto se puede uno volver adicto a generarse ese estado

Generalmente cuando somos adictos a la comida, en realidad somos adictos a una emoción en específico

Generalmente al iniciar una dieta, los sentimientos negativos o displacenteros aparecen. Se asemeja a un acto de desintoxicación

La emoción asociada a comer generalmente es compartida en los grupos sociales, de allí que la gente se reúna a comer

La comida en los medios siempre son asociados a sexo, éxito, placer y prestigio

La adicción a la comida implica muchísimas veces la necesidad de evadir emociones que nos hacen infelices

La obesidad no siempre es causada por una adicción, pero una vez obeso, sin duda eres adicto

No se puede salir de la obesidad sin asumir un cambio de vida integral

Cuando nos acostumbramos a cambiar emociones por comida, la desvirtuacion de la realidad se convierte en obesidad

Si se desea iniciar una dieta, se debe empezar por hacer dieta de estrés, pesimismo, emociones negativas y rencores

OBESIDAD Y MIEDO AL CONTACTO

Una de los aspectos más característicos de nosotros los obesos es la incapacidad que tenemos para poder hacer contacto con nuestras emociones, sobre todo las negativas. Generalmente evitamos cualquier animo disforico y recurrimos a la comida como elemento aliviador de esas emociones que  nos molestan. Comemos porque no queremos sentir, lo cual siempre fracasa, ya que aunque no sintamos la rabia, tristeza o miedo del momento, terminamos después del atracón, sintiendo una culpa infinita.

 

Otro aspecto de nuestro comportamiento es que así como no hacemos contacto con nosotros mismos, tampoco lo hacemos con los demás. Se nos dificulta sentir lo que los demás sienten y recurrimos a frases tipo cliché para poder interactuar con los demás. Nos sentimos acomplejados y feos y en consecuencia evitamos compartir esas emociones con los demás, de allí que generalmente seamos chistosos, alegres y el “alma de la fiesta”. Llenamos de comportamiento “aceptados” los espacios sociales a fin de que nadie nos vea como en realidad somos.

 

Otro elemento que puede verse en muchos obesos es la recurrencia en meternos a salvadores de los demás, oídos prestos a escuchar los problemas de los demás. Adicionalmente nos convertimos en excelentes consejeros y maravillosos apoyadores de oficio, cuando en muchos casos nuestras vidas son un caos apocalíptico. ¿Por qué hacemos eso? Pues por la sencilla razón que mirando el problema de los demás, dejamos de ver el nuestro, además que por muy fuerte que eso suene, ayudando a los demás, nos quitamos la sensación de que no servimos para mucho (aunque eso sea falso). Yo no conozco obeso con buena autoestima.

 

Por último otro comportamiento que forma parte de muchos de nosotros los obesos es la sempiterna necesidad de conseguirnos parejas inseguras. Pareciera que somos adictos a unirnos a personas celosas, obsesivas, codependientes y demás yerbas aromáticas. Pareciera que necesitamos que estén pendiente de nosotros, no importa si es patológicamente pendientes, igualmente no podemos colocar limites a los celos de nuestras parejas ni colocar fronteras en relación a las cosas que no nos gustan. Estamos tan necesitados de refuerzo y cariño que nos sometemos a cualquier cosa con tal de conseguirlo. Necesitamos la seguridad de una relación, no importa si es dañina, y sobre todo no sentirnos solos ya que en el fondo pensamos “¿y quién se va a fijar en una persona como yo?”.

 

En la medida que cada uno de nosotros que nos veamos identificados con lo antes escrito, asumamos nuestros conflictos y podamos entender que la obesidad nos atormenta la vida no solo en lo físico sino en lo mental, podemos iniciar el proceso de cambio. No basta con bajar los kilos, es necesario, yo diría imperativo, sanar nuestras emociones, contactarnos con nosotros mismos y nuestros sentimientos mal llamados negativos y contactarnos con los sentimientos de los demás. En la medida en que puedo ser yo mismo y dejar que los demás lo sean en mi presencia, sin duda alguna tendremos un mejor manejo emocional y no tendremos que esconder esos sentimientos en la comida.

LA SEXUALIDAD EN EL OBESO

La sexualidad en el obeso siempre está comprometida. De una u otra forma, más o menos, siempre está afectada

En los hombres uno de los problemas más comunes derivados de la obesidad es la disfunción eréctil y la eyaculación precoz

En las mujeres uno de los problemas mas comunes derivados de la obesidad es la falta de deseo y la frigidez

Mientras mayor sea el nivel de obesidad es muchísimo más difícil explorar diferentes posiciones en el sexo

Uno de los complejos sexuales más comunes en las mujeres es el hecho de mostrar su cuerpo desnudo

Uno de los complejos sexuales más comunes en el hombre es el tamaño de su pene debido a la cantidad de grasa en la sobre barriga

A mayor nivel de obesidad mas cansancio al tener sexo. La disnea en el acto sexual se hace presente y a veces lo imposibilita

La obesidad acompleja sexualmente, de una u otra manera, pero siempre acompleja

La autoestima sexual en el obeso generalmente se basa en la cantidad de placer que es capaz de proporcionar a su pareja

Cuando la pareja es obesa (ambos)la calidad del sexo decrece de forma considerable

La mujer obesa resiente muchísimo su cuerpo. De hecho basa su autoestima sexual en el

El hombre obeso no le para mucho a su cuerpo pero si al tamaño de su pene y a la capacidad de dar placer y durar en el coito

La vida sexual del obeso es como toda su enfermedad: un sentimiento de culpa, inferioridad e incapacidad de amarse a si mismo

Una vez que se adelgaza, los problemas sexuales tienden a ir desapareciendo. Es maravilloso volver a la vida sexual normal

Tener una vida sexual placentera y cómoda, puede servir de motivación importante para que el obeso decida luchar por su salud

EL RESENTIMIENTO EN EL OBESO

No temo decir verdades que puedan dolernos pero en mi experiencia personal y profesional, muchos obesos tienden al resentimiento

La obesidad tiende a ser discriminada. Se nos señala de forma brutal y despiadada. Es lógico, así nos tratamos los obesos a nosotros mismos
Ser obeso implica estar por fuera de la “moda social”. Las sociedades no perdonan a quienes se alejan de ellas
El resentimiento de los obesos se expresa mayoritariamente ante las personas que le dicen que no coma tanto
Es una característica de nuestro comportamiento como obesos el hecho de ocultar nuestros sentimientos negativos
El resentimiento es causa y efecto de la obesidad
Es duro admitir que uno como obeso en el fondo es un resentido, pero si nos vemos profundamente, nos daremos cuenta
El resentimiento del obeso es una defensa ante la discriminación el sentirse menos que los demás
Ser obeso, al incluir en su bagaje psicológico el resentimiento, se defiende a priori de cualquier comentario de los demás sobre su gordura
La obesidad es tan caótica que hace imposible un comportamiento congruente
Cuando nuestro objetivo es adelgazar y no cambiar nuestra vida, la obesidad continuará así te operes. El resentimiento será mayor
Para el obeso su máximo objetivo es adelgazar, por eso fracasa. Su objetivo no es cambiar de vida y allí la gran falla
Cuando uno como obeso se da cuenta que se está matando comiendo porque en el fondo su vida no le gusta, empieza el camino de cambiarla
Sin discriminar a las personas delgadas debo decir que no hay nadie más sensible que una persona obesa
La obesidad es una enfermedad, una adicción, una patología del comportamiento y habito de vida. ¿Con solo dietas piensas superarlo?
El resentimiento en el obeso nace de tanto insistir y fracasar. No nos damos cuenta que haciendo lo mismo no obtendremos nada diferente
La mayoría de los obesos fingimos ser felices y es lógico que lo hagamos. ¿Quién demonios quiere andar dando lastima por allí?
El deseo frustrado de ser delgados, los obesos lo usamos como motivo inconsciente para comer más
El momento más patológico de mi obesidad lo viví cuando me vi comiendo una hamburguesa doble viendo un programa sobre dietas
Hubo un momento en mi psicopatología en que yo veía “perdiendo para ganar” (prog de ejercicios) Comiendo bolsas de Torontos
Para uno dejar el resentimiento como obeso lo primero es entender que nadie es culpable de tu situación
El resentimiento desaparece en el justo momento en que empezamos a amarnos a nosotros mismos, inclusive siendo obesos
Uno sabe que una persona ex obesa no ha cambiado su mentalidad cuando aun la vemos resentida. Engordará de nuevo. Sin duda
En la medida en que cambiamos nuestra mentalidad, la obesidad se convierte en algo solucionable y no en una cruz a cuestas
Operarse para ayudarse en la lucha contra la obesidad sin cambiar nuestra psicología obesogena, es perder ese dinero
Dejar de estar resentidos es perder muchos kilos de sobrepeso sin apenas haber iniciado dieta
Cuando te aceptas a ti mismo, aun estando obeso, el camino a la recuperación empieza a allanarse
Cambiar de mentalidad implica siempre un trabajo personal y en equipo. En mi experiencia, la mayoría de los obesos no podemos solos
No existen formulas mágicas para dejar de ser obeso. Para recuperar la vida se debe tener claro que es un proceso

LA INFELICIDAD COMO ADICCION

Hay personas que a pesar de tenerlo todo se sienten profundamente infelices. Son una especie de barril sin fondo

La infelicidad muchas veces viene dada por un estilo de pensamiento rígido y automático que no da chance a flexibilidades
La infelicidad en muchos aspectos de la vida es la consecuencia de culpar al pasado de situaciones del presente
No existen personas infelices, lo que ocurre es que existen pensamientos infelices que la persona no filtra y sufre por ellos
No existe nada que pueda producir más infelicidad que el acto repetitivo de pensar por lo demás
Es imposible ser feliz si te das cuenta de lo que careces sin tomar en cuenta lo que tienes
La infelicidad es también derivado de un estado depresivo, pero la mayoría de las veces es solo un estilo de comportamiento
La felicidad es un estado mental, por lo tanto la infelicidad también lo es. Siempre dependerá de cómo asumimos los sucesos de la vida
La infelicidad es una elección. Existen sucesos que pueden derrumbarnos, si nos paramos o no, lo elegimos nosotros
Muchas personas son infelices solo por el hecho de no tener que hacer en su vida. Carecen de sentido de la vida
La infelicidad siempre es una emoción que te deja en solitario
No se puede ser feliz son la concurrencia de personas que nos amen. La soledad puede ser feliz, pero solo un rato
Los deseos no causan infelicidad, ni siquiera su insatisfacción, lo que causa infelicidad es la incapacidad de desear
Cada vez que criticamos en vez de alabar, envidiamos en vez de felicitar, odiamos en vez de amar, labramos el camino a la infelicidad
No se puede ser feliz cuando el pesimismo es la norma de tus pensamientos
Muchas personas son infelices solo por pensar demasiado. El ocio es el padre de lo infeliz
Hay momentos que nos hacen infelices, pero una persona con adicción a la infelicidad se queda en ellos
Cuando nuestra felicidad depende de la opinión de los demás sobre nosotros, será siempre fluctuante
A veces los seres que más amamos son aquellos que nos hacen infelices. Es una terrible paradoja de la vida que debemos resolver
Ser feliz no puede ser una meta, tiene que ser un proceso
Si deseas ser feliz lo primero que debes hacer es creer que puedes serlo
Las frustraciones de la vida hacen que temamos albergar esperanzas. El truco esta en ver la frustración como reto y no como muerte
Asumir que los demás tienen que cambiar para tu poder ser feliz es la mejor invitación a la infelicidad
Salir de la adicción a la infelicidad pasa por saber que estás enfermo de ella
Descubrir nuestra misión de vida, motivarnos a realizar cosas y asumir que el ocio es veneno son ingredientes para dejar la infelicidad
Un si se puede, siempre será más poderoso que un no pued